domingo, 30 de septiembre de 2012

30 de septiembre


Hoy los buenos recuerdos se caen por las escaleras, y tras varios tequilas las nubes se van pero el solo no regresa.

 

Por fin. Por fin tenemos las ideas claras, por fin sabemos que estamos hechos el uno para el otro, por fin sabemos que es imposible que estemos juntos. El destino se interpuso en nuestro camino hace ya tiempo, pero nosotros no lo hemos querido ver hasta ayer. ¿Sabes? Había pasado un buen día, y tras más de setenta y dos horas sin hablar, me decidí a hacerlo yo. Tenía un presentimiento, tenía el presentimiento de que aquella noche sería la definitiva. Todo empezó normal, como siempre, con sus más y sus menos, hasta que me di cuenta de que nada iba bien. Y entonces llegó esa odiada pregunta de la que siempre sabemos la respuesta: ¿Te pasa algo? Sí. Estaba claro que pasaba algo. Y pasó lo que tenía que pasar, explotaste. Yo lo veía venir, sabía de sobra que algún día llegaría ese momento, y los días me habían hecho más fuerte para poder aguantar todas tus palabras. Palabras que esta vez no eran vacías, estaban cargadas de sentimientos; palabras que hieren, la verdad se estaba comiendo a la gran mentira de odiarnos. Te sinceraste, y yo contigo, y te dije lo que ya sabías pero que quizá era necesario recordar: He estado enamorada de ti, y creo que aún lo estoy.  ¿Qué por qué he estado ahí siempre? ¿Todavía te lo preguntas? Ya tienes la respuesta, el amor ha podido con todo. Pero entonces yo también exploté, ¿por qué cojones no lo has aprovechado? Es el puto problema de siempre, como tú bien me dijiste. Es un puto problema que tiene una clara solución, una solución que te planteé y que como un cobarde evitaste tenerla en cuenta. Me estabas evitando, no querías seguir con aquella conversación, no querías ver que era vital, necesario. La rabia me estaba consumiendo por dentro, pero al hacerlo me iba quedando más tranquila, como si un gran peso de dos años se me estuviera quitando de encima. Y cuando estaban a punto de ser las doce terminaste con todo. Necesitabas un espacio que yo te podía dar, necesitabas que yo te olvidara porque el peso de la culpa y del remordiendo por una mala decisión estaban pudiendo contigo. Te contradecías tanto que tuve que abrirte los ojos, no querías que esto se acabara para siempre, pero si te seguía hablando era imposible olvidarte. Tuviste que elegir,  como tantas otras veces, y elegiste el camino fácil y que ahora coincidía con el correcto. 

“Olvida”. Aunque para mí eso supuso una liberación no te veía del todo convencido, pero tú estabas seguro de que eso era lo que de verdad querías. Perderte, desaparecer, desconectar, una desilusión detrás de otra...  Y yo no soy quien para decirte qué es lo que debes hacer. Será duro, será duro que en este tiempo que estemos tan lejos el uno del otro, sea capaz de ni mirarte. Creo que con el paso de los meses lo conseguiré, pero es demasiado pronto como para que me desenamore en dos días de todo lo que hemos construido en más de setecientos. También se acabó un tal 6 de enero, pero aquella vez era distinto, no nos entendimos y nos cansamos de luchar por esta historia. ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos apostado por el amor en aquel momento? No lo sé, sólo el tiempo haría posible conocer la respuesta. Ahora es un tal 30 de septiembre y ahora tenemos que pensar en el presente. Nuestros caminos se separan, y es irremediable e inevitable. Es lo que los dos hemos querido, alejarnos el uno del otro... Pero tengo miedo de que este tiempo tenga un carácter indefinido, que sea para siempre. Que este tiempo nos haga perdernos por completo y que entonces nos demos cuenta de qué es lo que verdaderamente hemos perdido, y entonces nos arrepintamos, especialmente tú. Tú porque te guiaron a elegir aquello que no te hacía feliz y te dejaste influenciar por personas que sabías que no eran lo mejor para ti. Ahora te has dado cuenta, y quizá te sientas como un imbécil por dejarme ir, a mí, que nunca te traicionaría. Quizá por eso no quieras saber nada de mí, porque quizá también sepas que yo no te merezco y que tú no mereces tanto. A lo mejor también me tengo que sentir privilegiada, porque tú y tu orgullo han cedido ante mí.  Quién sabe, puede que lo eches de menos y que para entonces ya no exista cura, tan sólo un dulce deseo. Aquella canción de “Aprecia lo que tienes antes de que sea tarde, joder, no supiste valorar lo que tuviste, hazte saber, que si no hubieses hecho el idiota todo seguiría igual que ayer” puede que sea perfecta, pero ni tu hiciste el idiota ni yo prefiero que estuviéramos como ayer. Me dijiste que aprovechara y mi lema es Carpe Diem. Pero por eso no tengo problema, sino que lo tengo porque lo nuestro se ha convertido en algo inalcanzable, algo platónico. Sin embargo, siempre lo ha sido.... al igual que nuestra historia siempre han sido puntos suspensivos... Quieres lo que no tienes y cuando lo tienes te cansas. Es lo lógico que tiene que suceder en un amor normal, pero yo siempre antepuse los sentimientos a la razón. 

Seguramente esto sea el punto final, aunque hemos elegido el peor momento por la simple razón de que ahora llegan nueve meses de vernos todos los días. ¿Nueve meses? Casualidad, los mismos que han pasado desde diciembre. Estamos justamente en el ecuador de nuestra relación o lo que sea esto o como quieras llamarlo. Tienes tiempo de olvidarte de mí y empezar algo nuevo, tienes tiempo de querer volver o dejarlo en punto muerto, tienes tiempo de pensar si querer darlo todo porque funcione o si querer pasar página. Qué curioso, ¿no crees? Siempre depende de ti, siempre eres tú el que toma las decisiones porque siempre eres tú el que no tiene nada claro. “Siempre fui un rompecorazones, pero cuando te lo rompen a ti no te hace tanta gracia, ¿sabes? W.” Todo lo que hemos vivido ahora son buenos recuerdos, y todo aquello que hemos dejado de vivir y todo lo que nos faltaba por hacerlo, se ha quedado en sueños. Quédate sólo con los buenos recuerdos, no con las malas decisiones... Aunque sean estas las que te hayan dejado tocado y hundido. Ayer nos mató el tiempo y hoy nos mata la distancia. La distancia de que aunque no estemos a más de cien metros, en el fondo estemos separados por una barrera invisible e insalvable que nos impide llegar más lejos. Y qué quieres que te diga... Yo sólo me arrepiento de lo que no fui capaz de hacer. Lo mejor que podemos hacer ahora mismo es olvidarnos aunque sea temporal; aunque los dos sabemos  de sobra que será para siempre. "Tantas emociones aquí no caben, mañana uno nuevo si el corazón fuera desechable. ¿Quién de aquí es perfecto? Nadie. Entre síes y noes enfrentados, la razón se la llevó el aire. Entonces qué soy yo ni sin ti ni contigo, si no entiendo tu idioma ni tú el mío. Fue jodidamente bonito mientras duró, pero hoy ya no, ni mañana ni nunca." Me has enseñado TODO, y cómo amar, HOW TO LOVE... 


martes, 25 de septiembre de 2012

Pasado

Lo único que necesito ahora es desconectar. Desconectar de cada uno de vosotros, de todo... En serio, ¿qué ha pasado este mediodía? ¿No teníais otro día para volver a hablarme a la vez? Cuando esperas algo no encuentras nada, y cuando no lo esperas aparece de imprevisto. Yo no quiero que te metas otra vez en mi cabeza porque ya me costó bastante que salieras de ella. Además, ¿qué pretendes con todo esto? Como diría mi hermano, no me das buenas vibraciones, esa conversación no puede ser algo bueno... Quién sabe dónde acabará, en las manos de la única que persona que no puede enterarse porque como lo haga, nada y repito nada volverá a ser lo mismo. Ni entre vosotros ni entre yo y él... Algún día se enterará, pero mientras tanto, ¿por qué no dejamos todo como estaba? Hagamos un y si te he visto no me acuerdo, olvidemos lo que pasó aquella mañana, olvidemos que llevamos hablando desde que empezó lo mío con él. Te digo que es por nuestro bien, nos odiará a los dos, quizá a mi más porque yo sabía perfectamente que lo que tú y yo hicimos era lo que más le jodía. Me lo dijo. Me dijo que como algún día lo hiciera, se acabó. Y lo peor de todo es que lo he hecho, y no me arrepiento. ¿Sabes por qué? Porque ahora mismo no soy de nadie, no tengo un compromiso... Aunque esto no quita que sólo me importe él. Necesito que desaparezcáis, las segundas partes nunca han sido buenas para nadie, y para nosotros menos. No nos conviene recordar una historia que está mejor donde está ahora, en tus pensamientos y en los míos. Guardémosla para nosotros. 

domingo, 23 de septiembre de 2012

Cuarta parte: Fin

No sé qué es esto, si la cuarta parte o la final. Quizá haya exagerado, quizá no todo sea lo que parece, pero imagínate cómo me sentía aquellas noches para decirte lo que te dije. Son verdades como puños, y las verdades duelen. No es mentira, tú mismo lo has vivido, y ¿a qué no es bonito? Pero te repito como una y tantas veces que es mucho mejor que una mentira, por muy piadosa que sea. Es lo mismo mentir para no hacer daño a los que quieres que fingir cuando perfectamente sabes que te mienten. Yo lo intento, pero lo siento, no puedo creerte porque ya no queda nada, absolutamente nada. Que vale, que me has dicho que tú lo ves, que perfecto, pero otra vez se ha quedado todo en el aire. Ahora, ¿quién va a avisar a quién? ¿Quién va a dar el séptimo primer paso? El tiempo pone a cada uno en su lugar, a lo mejor es el mismo para los dos, o a lo mejor no; ya tendremos tiempo de comprobar eso de que nadie sabe lo que tiene hasta que al final lo pierde. Aun así, deberíamos apostar por el amor, porque el odio es una carga demasiado pesada. La indiferencia es otra opción, pero ni yo podré olvidarte ni tú no recordarme... Lleva siendo lo mismo más de dos años, y aquí seguimos, queriéndonos cuando a ti te apetece. Lleva siendo lo mismo que cuando empezó una noche de Octubre, allá por el 2010, y ahora ha llegado Septiembre de 2012 y nada ha cambiado entre nosotros, bueno sí, que yo he madurado y tú no. Que yo daría lo que fuera por intentarlo y tú no. Que yo sigo sonriendo cuando me hablas y tú no. Que yo valoro los pequeños detalles y tú no. Que yo me trago mi orgullo por ti y tú no. Que yo te quiero y tú ya no. 

Tercera parte: ¿Tu mirada dice volveré?

Haber empezado por ahí, que no sabes ni lo que quieres. Visto así, es un problema, ¿no crees? Porque si no lo sabes tú... Se nos complica por momentos y no hacemos nada para remediarlo. Sigo pensando que cuando quieres a alguien de verdad se hace todo lo posible y lo imposible, que estos también existen, para estar juntos. Por mi parte ya sabes lo que hay y entre que tú no lo tienes claro y no pones de tu parte... Uff, difícil. Hemos llegado a un punto de no retorno, en el que misma historia de siempre se repite una y otra vez: hablamos, discutimos, nos olvidamos, hablamos, discutimos, nos olvidamos; y a veces, incluso nos queremos entre medias. De momento sólo he sacado en claro que es absurdo continuar con esto, que es absurdo insistir y que de momento ninguna segunda parte ha salido bien. Se confirma que las cosas sólo ocurren una vez en la vida, y que la esperanza es lo último que se pierde, aunque cada vez tengo más dudas sobre si esto merece la pena o no, de hecho ya no sé ni por lo que lucho, en fin, que ya sólo nos queda "que venga la magia y estemos solos" de todo lo que vivimos... ¿Cómo lo ves? Yo jodidamente triste... Ya me avisarás cuando tengas tiempo para mí. Hasta entonces, buena suerte, haz lo que quieras y decidas lo que decidas nunca jamás te arrepientas. Yo te estaré esperando, quien sabe, a lo mejor sucede en Diciembre... Una bonita casualidad. Pero date prisa, porque a lo mejor esta vez soy yo la que cambia de idea. 

sábado, 22 de septiembre de 2012

Segunda parte: Quien evita la tentación evita el peligro

¿Ves? Si es que no puedo contigo, no puedo no hablarte, no puedo no ignorarte... Eres mi jodida debilidad, mi jodido "talón de Aquiles", mi jodido mundo. Algún día encontraré el motivo por el cual, por más que lo intento, no consigo sacarte de mi cabeza. ¿Qué ha pasado? Explícame qué es lo que me has hecho para que no pueda dejar de pensar en ti ni un sólo segundo aunque no quiera. Con lo bien que he estado yo en verano, sin ti, ¿no tenías otro día para molestarme? Rectifico, fui yo la que te molestó. Tú también eras feliz y ahora como idiotas nos rayamos por algo que ni siquiera tiene fundamento, vaya par de ilusos... Rectifico, me rayo, a ti no te importa nada excepto tú. Al final será todo culpa mía, por intentarlo, pero no me arrepiento. Sé que si lo hice fue porque en aquel momento fue exactamente lo que sentí. Conclusión: Se me olvidó otra vez que sólo yo te quise. Se me olvidó que llega septiembre y todo lo que este horrible mes conlleva, el verte. Pero no sólo verte, sino recordar aquellos días que tan nuestros fueron y que ahora quedan tan lejos, tan lejos como que ha pasado casi un año y parecemos dos extraños. ¿Acaso no nos conocemos? Es verdad, que tú eres más de y si te he visto no me acuerdo. Sé, o al menos creo, que supone para ti un esfuerzo tremendo pensar en un nosotros, pensar en el mismo presente y en  un futuro que no es tan lejano como parece, tú prefieres jugar y probar a ver quien cae antes en tus redes, venga, déjamelo claro, que te cuesta un: "Pues no, me he dado cuenta de que no te quiero." Tu inmadurez te puede, ha podido conmigo y podrá con esto. Al igual que tu orgullo... Tú olvidas, se olvida, se nos olvida... Es irremediable, inevitable, y al final, sólo sucede una cosa, llega el puto invierno.

Primera parte: ¿Otro punto y aparte? ¿O un punto y final?

Necesito que me entiendas, necesito en definitiva un poquito más de ti. Entiéndeme que no puedo seguir sin saber que sientes, que qué se te pasa por la cabeza cuando ves un whatsapp mío, cuando me ves por las mañanas...Tú ya tienes bastante claro que te quiero, que han pasado infinidad de meses y que nunca te he llegado a olvidar del todo, que sigues ahí, donde lo dejamos. ¿No crees que yo tengo el mismo derecho? Enfin, que más da, si el que calla otorga, si no vale arrepentirse, si no sabes si a veces es mejor que te de un ataque de sinceridad o si es mejor seguir jugando. Si es mejor vivir en una mentira, en una mentira bonita en la que me dices te quiero, no por decirlo, sino porque lo sientes de verdad, una mentira en la que las pequeñas dudas no existen, en la que hay esa confianza que tanto habíamos echado de menos... Pero al fin y al cabo, una mentira. Si es mejor saber la verdad y estamparte contra el suelo, si caer de tu nube en la que todo era perfecto para encontrarte con alguien que no te corresponde, si es mejor vivir de ilusiones, para que después te maten las mismas desilusiones, para que no confíes en héroes, sabiendo que te esperan decepciones. ¿Sabes? Lo pienso en frío y prefiero escuchar que no me quieres a mil mentiras, pero... ¿Dónde están tus ganas? ¿Dónde se han quedado tus palabras? A tus palabras se las ha llevado el viento, y a tus besos, las flores. ¿Y la W? ¿Dónde está? Quizá siga en mis sueños, pero no en la realidad. 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Tercer y último día

Y yo, que he sido tu peor error, me quedo con la sensación de no tener las cosas claras. 

Estoy tan cansada de la misma historia, estoy tan harta de tu inmadurez que algún día tengo claro que viviré sin ti. Es más, lo necesito, necesito olvidarte, necesito sacarte de mi cabeza, pero te quiero y que no me hables me está matando por dentro. Sabes que te echo de menos cuando no han pasado ni dos horas, y tú nada, sigues en línea y lo dejas pasar. Venga, que nos conocemos, ¿por qué lo haces? ¿te gusta jugar conmigo o qué? ¿qué pretendes con todo esto? Cuando se juntan dos orgullosos, como tú y como yo, tenemos que poner de nuestra parte, venga, otra vez he sido yo la que te he tenido que hablar. Si por ti fuera no hubiera existido en estos meses, pero no, ya me has dicho lo mucho que me quieres. La primera vez claro, porque ahora y tú a lo tuyo y yo a lo mío. Es lo de siempre, tú diciéndome que me quieres y yo queriéndote creer. Y dirás, ¿por qué no te creo? porque, ¿ves? me acabas haciendo lo mismo de siempre. El primer día me hablas a todas horas, me ilusionas, me haces creer que no me has olvidado; el segundo, casi lo mismo, y digo casi porque esta vez soy yo la que tengo que insistir en buscar un tema de conversación. Las muestras de cariño cesan. Y aquí me ves, tercer día, todo a la mierda por un te quiero vacío. Vaya, gracias, gracias por dejarme claro de nuevo que me utilizas cuando no tienes a nadie, en otras palabras, que soy tu último recurso. Si ya me lo han dicho, que las séptimas partes nunca fueron buenas. 

sábado, 8 de septiembre de 2012

Olvidar


No es tan fácil como decir ahora te quiero o ahora no, y no es tan fácil porque somos humanos y tenemos uso de razón. No es tan fácil como decir hoy te olvido y mañana no, pero esto no es solo por la razón, sino por el verbo que acompaña la frase, olvidar es algo serio, no es como otro verbos, es un verbo que indica sacrificio y fuerza de voluntad, es olvidar todo de una persona... Es olvidar como os conocisteis, como os mirasteis, como os conseguisteis, como apostasteis y también como fracasasteis, como se fue todo, como se olvidó...Y también como me olvidó... O como no supe yo hacerlo, pero aquí me ves, olvidando algo que nisiquiera recuerdo, y quizás eso es porque ya olvidé.
Sevilla

Sempre hai unha primeira vez

http://www.youtube.com/watch?v=nx2iLOvP0rM

Lo más visto