+ Eh, que las verdades duelen. - Y tanto... A mí me lo vas a decir, a mí, que llevo acostumbrada a que me quiera durante todo este tiempo y ahora... Parece que se ha olvidado de mí, de lo nuestro, de nuestra historia. Hace días, el 30 de septiembre tuve miedo de que ese tiempo que me pidió fuera ilimitado y que nos hiciera perdernos por completo. Ilimitado, desde luego, no lo ha sido... No he podido controlar ni a mis sentimientos ni a mis impulsos. Fatal... Y fatal también que definitivamente nos hayamos perdido del todo. ¿Qué qué nos pasa? Ni yo lo sé, ni él tampoco, aunque yo me hago una idea. Creo que esta vez ha sido él quien se ha cansado de lo mismo, a ver, antes era imposible porque pasaba del tema, pero ahora que le ha dado importancia pues se ha cansado... Así, como te lo digo. Pero bueno, tendré que asumirlo, ¿no crees? Me va a costar muchísimo... si ni siquiera había pasado un mes cuando he vuelto a hablarle, y total, ¿para qué? ¿para que me responda con monosílabos? Es que ya ni merece la pena, pero me conozco y sé que volveré a ser una idiota dentro de 7 días... Es lo que hay, he aprendido que ya no tengo nada que perder y si me arriesgo, intentaré ganar algo, lo que sea... Creo que es difícil y cada vez más que vuelva a ser como antes, de eso de quedarte hablando con él hasta las tantas y que el tiempo pase tan rápido que ni siquiera te des cuenta, pero voy a intentarlo. ¿Sabes una cosa? Querer es poder.
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