"11 minutos nos separan de las 11 de la noche."
Es verdad, a veces nos preguntamos qué hubiera pasado si hubiéramos elegido la otra opción. Pero también es verdad que el pasado no se puede cambiar, y que si elegimos bien, ahora estamos bien, pero que si elegimos mal, ahora nos toca arrepentirnos. Quizá hay algo que debería aclarar: No me arrepiento de lo que hice, sino de aquello que no fui capaz de hacer. A lo mejor todavía no es demasiado tarde, pero justo cuando tengo algo claro empiezan a aparecer en mi cabeza pequeñas dudas, (y eso que si no te tengo reviento...) Dudas que han hecho que esto se tambalee tanto que esté a punto de caer al vacío más absoluto, a un lugar inexistente del que es imposible recuperar todo aquello que se cae. ¿O es que ya hemos tocado fondo? Es más, ¿cuántas veces he hablado de que el mayor riesgo es no arriesgar? ¿cuántas veces supe que no tenía nada que perder, que debía aprovecharlo y que no lo hice? Demasiadas. Y no ha servido para nada, porque cada minuto sigo pensando en ti, en lo que pudo ser y no fue porque ninguno dio el primer paso, porque ninguno se olvidó del resto y porque ninguno se centró en lo que verdaderamente importaba. Exactamente es de eso de lo que me arrepiento, de buscar más momentos, más días, de poner más ganas. Siempre dicen que tenemos que quedarnos con lo bueno, y yo recuerdo lo felices que fuimos... - yo no era la única persona que te lo decía - y los idiotas que fuimos negando lo que era evidente. Definitivamente, hoy no es un buen día. Pero ya sólo quedan 4.
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