domingo, 27 de enero de 2013

Domingo


No es un domingo cualquiera

Vale, sí, otro mes más. Otros treinta, treinta y un días... Joder, si es que parece que fue ayer. Y ahora que ha pasado más de un año me encuentro en la misma situación que entonces, con una paja mental de las que hacen historia. Hace un año tú me echabas de menos. No puedo más... Y encima ahora tengo otro problema que resolver: actuar sin tener que arrepentirme. ¿Cuántas veces me dije a mí misma que tenía que pensar menos? Ahora mismo lo retiro, vivo en una indecisión continúa que me está matando, y entre que no sé lo que quiero, ni a quien quiero, ni a quien estoy dispuesta a querer sólo sé que hay algo que no ha cambiado desde aquel día: hay alguien a quien sigo queriendo pase lo que pase y pasen los días que pasen, pero necesito odiarle para quererle. ¿Y eso es sano? No sé, no creo. He aprendido a vivir con ello, con saber que estamos tan distantes, que hace demasiado frío. Pero también he aprendido que no tiene solución y que por ello no debo preocuparme tanto; lo sé, lo asumo, sigues en mis sueños y no puedo hacer nada para evitarlo... Así que quédate, pero... ¿por qué no te acercas un poco? Sé que todo esto ya te la suda, que sufrimos los dos por una causa perdida, que tienes otros planes en mente, pero un qué tal o algo nunca está de más. Ojalá llegue el día que diga que voy echando de más aquello que un día eché de menos, pero ahora te recuerdo como a nadie. Ojalá llegue el día en el que no sepa ni que te estoy olvidando. Pero yo creo que estamos condenados a encontrarnos, a que la vida se pare, vuelva y nos sorprenda, a que nos junte de nuevo, tú, yo, y un tal (ve)i(n)...

Cara o cruz

Un nuevo frente se me está poniendo delante y no sé cómo actuar. Bueno, sí, porque ya lo he hecho, pero ha sido fruto de un impulso y generalmente luego me suelo arrepentir... No aprenderé nunca a controlarme, a pensar qué es lo que necesito y qué es lo que quiero... Es que no estoy nada segura de lo que acabo de hacer, pero luego siempre hay alguien que te recuerda que a lo hecho pecho, y que no puedes hacer nada para cambiarlo porque el pasado permanecerá inmune a tus dudas. Dudas, eso, esa era la palabra que estaba buscando. ¿Metro o coche? Parecerá simple, pero eso es a lo que se reduce todo ahora mismo, a una cara o a una cruz. Tengo que elegir entre dos caminos nuevos relativamente que han aparecido a mis pies, tengo que decidirme entre la cabeza y el corazón. La cabeza me dice que elija la cara, que es lo más fácil, que estáis más cerca, que podréis veros. El corazón en cambio tira hacia lo imposible, hacia el verdadero reto. El reto de querernos y que la distancia no haga el olvido. Pero es que, ¿a quién hago caso? ¿a los sentimientos o a la razón? ¿a querer o a poder? Bfffff.... Todo es tan difícil  nos empeñamos en complicarlo tanto... Y luego yo y mi subconsciente que me dice que ninguno está de verdad, que siempre me toca a mi forzar las situaciones, y quién sabe, a lo mejor es verdad y me estoy precipitando con todo.... ¿Y si me dejo llevar? El problema es que suena demasiado bien. Jugar al azar, nunca sabes donde puedes terminar, o empezar... A o B, cara o cruz, cabeza o corazón. Al final no será nada... pero es que me duele decir que 'no', que lo siento, que no siento lo mismo, que no puedo quererle igual que él me quiere a mi, y en el fondo le estoy acabando por coger cariño. Tengo una  semana escasa para aprender de mis errores y tirarme a una piscina que probablemente esté vacía. Mientras tanto, a vivir la vida, sin pausa, pero sin prisa. 


"Tuviste cientos de momentos que no duraron para siempre, y ahora estás en un rincón tratando de unir las piezas."

domingo, 20 de enero de 2013

Comenzamos


Año nuevo, vida nueva


Sí, después de la recopilación del 2012 aquí estoy de nuevo. Un año que empezar ha empezado bien. Tampoco pedía mucho, solo ser feliz y pensar un poco menos y actuar un poco más. Parece que este mes de enero ha borrado todos los errores que cometí el año pasado, aunque haya aprendido de todos ellos. Nuevas personas me acompañan, y las de toda la vida siguen ahí, bueno, todas excepto una. De eso sí que me arrepiento, lo sé y lo siento porque fui imbécil. En fin... Ojalá todo siga como hasta ahora, que siga amaneciendo con algo en mente, con algo que me haga sacarme de la cama. Sí señores, este 2012+1 pinta bien. 

Tan lejos, tan cerca


Quizá vaya siendo hora de ponernos al día, de preguntarnos qué tal nos va ahora que ya ni nos miramos. Quizá sea tiempo de retomar aquello que dejamos perdido por ahí una tarde fría de septiembre... Aquello que ya no está. No sé como tú lo ves, ni lo que piensas, ni quién eres ahora. Sólo sé que has cambiado, y no sé si para bien. Quiero que me recuerdes, que nunca te olvides de mí, que cuando tengamos 80 años sepa que estás bien, que conociste a alguien que te ha hecho feliz. Si es que soy idiota, si es que por más que lo intento no puedo sacarte de mi cabeza... Explícame por qué, porque te prometo que yo no lo entiendo. Y aunque me contradiga totalmente, quiero, necesito que te largues lejos, lejos de mi, donde yo no pueda ni verte, ni saber que existes. Dicen que para sanar una herida hay que dejar de tocarla, y a mi herida ya no le queda ni un año de cicatrización. 

¿Kilómetros?


Parece que sea mentira que desde el día que nos conocimos haya pasado tanto tiempo, tantos meses de verano sin pena ni gloria, tú por tu lado, yo por el mío, sin hacernos lo que se llama, ni puto caso. Es verdad que te notaba distinto, raro, diferente conmigo y con los demás, pero ahora sé que esa razón llevaba y lleva mi nombre. Espero que la magia dure hasta agosto, y te lo digo de verdad así que no tengas miedo a creerme porque sólo te pido que confíes más en mí. Me estoy dando cuenta de que me fastidia verte por ahí con tus amigas, con mis amigas, algo que no entiendo y algo que no me pasaba desde hace mucho tiempo...

Madrugón, madrugón


"Hola, ¿sabes quién soy?" Hola, sé quién eres y sé lo lejos que estás. Que no será ni una hora, o a veces sí dependiendo del tráfico, pero es que estás tan lejos... Y es que tampoco sé si lo que me prometiste lo estás cumpliendo, porque parece ser que a todas les estás prometiendo el mismo cielo. Quiero confiar en ti, pero tu fama y tú me lo impedís, es que no sé ni lo que haces ni lo que dejas de hacer, y es que cada vez que me da por cotillearte aparece el nombre de más y más tías... No te estoy pidiendo que cambies por mi, si no que me quieras algo más de lo que me dices. 

El patetismo roza su límite


Bueno, bueno, vamos a hablar un poco de ti que sé que te hace gracia, y bueno, no sólo a ti... Cuando un amigo de cuyo nombre no quiero acordarme me dijo cómo eras, lo que hacías y cómo tratabas a las tías, decidí por nuestro bien no creerle, pero es que ahora me he dado cuenta de que me engañé a mí misma... Me lo estás poniendo fácil. Fíjate si hay tías por el mundo que tú vas a las que tienen novio... Ok, todo muy ok. Pero en fin, qué te voy a decir, haz con tu vida lo que quieras, si total, la estás desperdiciando igual. Cómo te has echado a perder, yo, que te tenía como alguien del quien enamorarse...

Más espalda que cara


Este es un tema del que todo el mundo quiere saber pero del que todo el mundo quiere salir inmune, y siendo como sois lo tenéis difícil. O se quejan de hablar a las espaldas cuando los otros se van o van presumiendo por ahí de que lo dicen todo a la cara. ¿Todo? Claro, toda la hipocresía que llevan encima. Y mientras tanto yo sigo a mi bola, dejándome llevar, sin que nada me afecte... 


"Por ti, por mi, por volverte a ver."


1/2013

Lo más visto